Un Cielo Ideal
- Hashtag Kalakar
- Nov 6
- 2 min read
By Zoe Parra
Agua azul como la nieve,
intensa como la oscuridad;
color turquesa
como un cielo ideal.
Brillantes visos
se reflejan en el mar.
Grandes oleajes
se levantan al azar.
Y cuando el sol cae
y la marea sube,
entonces la luna brilla
con una tierna sonrisa.
Y cuando las estrellas titilan
y las nubes se alinean,
entonces el crepúsculo
desaparece en la orilla.
La suave brisa
que resuena hasta la eternidad
tiembla entre punzantes hojas
de palmeras plenas de humedad.
La mente se acurruca
en medio de la melancolía
que miedosa entrelaza
los enigmas de aquel día.
Tantos recuerdos,
tantas posibilidades,
tantas alternativas—
pero tantas sonrisas.
Pero tantas angustias
y tantas mentiras
y tantas las influencias
que invaden las calmas aturdidas.
La arena oculta
los fragmentos de quietud
del pasado remoto y del futuro prometedor;
del pasado anhelado y del futuro aterrador.
Quizás los deseos
de los interiores del corazón
alguna vez, en alguna isla lejana,
coincidan con el nefasto camino.
Quizás la grandeza del océano
y la belleza de la impunidad
puedan frenar
las corrientes del mar.
Qué gran océano,
este que es la vida…
en donde tantos tonos
de color azul se combinan.
Y qué claras las aguas,
las intenciones que uno tiene,
pero qué traidoras
las olas que crecen.
Y qué indecisa la marea
que sube y baja de repente—
qué casualidad,
las expectativas que promete.
Que los rayos del sol me abran los ojos,
o que me cieguen al límite de la soledad.
Que el sabio viento me llegue a afligir,
o que me revele los secretos de vivir.
La vida entre los árboles
que protegen sus raíces.
La vida entre la indiferencia del mar
que sigue su curso.
La vida bajo un cielo
que luce sus destellos.
La vida entre la mente
llena de tantas ilusiones…
La vida de un corazón
que finge sentir
aquello que la vida
jamás va a permitir.
Aquello que en el camino
ya está escrito.
Aquello que el horizonte
sonriente esconde.
Que me lleve la corriente,
que me lleve mi destino;
que me despoje la brisa,
que bloquee este amplio laberinto.
Ojalá que algún día
el azul de la nieve tenga sentido;
ojalá que un día
el alma y la razón hayan florecido.
Ojalá que algún día
la oscuridad ya no sea tan intensa;
y ojalá que un día
el cielo ideal ya no sea solo turquesa.
By Zoe Parra

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